Plantéate el firme propósito de ahorrar. Pero no te quedes solo en la intención, haz de ese deseo una realidad. Con estos tips, disciplina y constancia, podrás ver la diferencia.
Fíjate metas realistas de ahorro:Los expertos en economía doméstica sugieren que ahorres un 10% de tus ingresos. No te des por vencido si no puedes ahorrar tanto desde el principio.
Escribe tus metas: Hacerlo puede tener un impacto motivador en tus hábitos de ahorro. Escribe tus metas a corto, mediano y largo plazo, pero ten en cuenta el tiempo que le das a las proyecciones para lograrlo.
Descubre en qué gastas: Anota a diario los gastos que haces, pues a veces parecen no tener importancia. Lleva durante una semana el registro de tus compras y descubre qué puedes omitir y qué disminuir.
Paga tus deudas: Evita pensar en la tarjeta de crédito como parte de tu capital. Si solo pagas el mínimo, la deuda no disminuye y los intereses se llevarán todo el dinero que podrías ahorrar. Intenta pagar un poco más y busca planes de financiamiento con menores intereses. Usa tu tarjeta de crédito solo en casos de extrema necesidad.
Compra razonadamente: Antes de realizar cualquier gasto hazte esta pregunta: ¿Realmente necesito lo que deseo comprar? Hay muchas razones para adquirir un objeto y no todas son las correctas. Los expertos aconsejan esperar tres días y no hacerlo por impulso.
Busca ofertas: Cuando decidas adquirir algo, no lo hagas con la primera opción que encuentres. Investiga en varios locales y en Internet. Se necesita algo de paciencia, pero ese esfuerzo vale la pena.
Deseamos contribuir a mejorar tu calidad de vida familiar a través de un cambio positivo en tus hábitos nutricionales, actividad física, actividad lúdica y descanso para que puedas realizar tus sueños y maximizar tu bienestar.
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